domingo, 30 de septiembre de 2012

Valores de mercado

Lo fácil hubiera sido irme sin más de la casa, o haber ido a por el revólver que había en el cajón de la mesa del estudio, pero lo cierto es que me quedé en el pasillo, al lado de la puerta esperando a que echaran el polvo. Esperé pacientemente a que acabara Marcos su trabajo para coger mis cosas. Saqué del bolsillo interior de mi cazadora un paquete de tabaco y empecé a fumar poco a poco. Era la metáfora perfecta del final de nuestro amor: estaba fumando -sí señores, fumando- y con la mano derecha aguantaba por el cuello una botella de cerveza. Mi espalda restaba apoyada en la pared y mi pierna izquierda flexionada, tocando también la cal. 

A los veinte minutos salió Marcos de la habitación. Me miró sonriendo y le devolví una mirada tranquila y segura. Posiblemente si lo que bebiera no fuera cerveza y lo que fumara no fuera tabaco, hubiera ido a la cocina y le hubiera disparado. Pero no.

- Tu turno, chaval. Todavía tengo de sobras por si tú también quieres- me espetó de manera seca, con media sonrisa. 

Entré a pasos ciegos y no miré a mi mujer. Cogí una caja de cartón y fui recogiendo en ella nuestros más sinceros tesoros: el consolador que nos compramos por Ebay, el catálogo de Ikea del año 2007 (colección Otoño). Me llevé también el billete de tren que había comprado para irse de trabajo a Brasil y los ahorros del pote de galletas que teníamos en la cómoda. Judith estaba medio ida entre el orgasmo y el cansancio, por lo que solamente se perpetró de mi llegada cuando alzó un momento la vista buscando algo y vió mi cabello castaño que llega hasta la cintura. Posiblemente se tapó la cara y empezó a llorar. Quizá dijo mi nombre -Irene-... yo me giré hacia ella y me llevé el dedo índice de mi mano derecha a mi boca, haciendo señal de que callara.

Salí firme de la habitación y la dejé llorando. Marcos tomaba un café recién hecho de nuestra cafetera, pero me dirigí hacia la salida sin prestarle atención. Cogí las llaves del coche -un Opel Corsa del 2005- y me dirigí hacia el aparcamiento del bloque susurrando cosas sin sentido. En el momento en el que iba abrir la puerta del garaje escuché un estruendo, un ruido sucio y grave que traspasó todas las paredes del edificio. Seguí caminando tras abrir la puerta, yendo al coche.

El revólver. El precio de la moral, de la infidelidad. El dudoso concepto de la justicia ética cayendo a plomo sobre el delincuente.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Love lost

Canción: Love lost de The temper trap
Venga, ejercicio de lenguaje ambiental y visual en el videoclip -gran grupo, los conocói de madrugada una noche en Badajoz-. Soy de los chalados que les encantan días como el de hoy: lluvia, aire, fresco... para mí esto es romántico. La simplicidad de la escala de grises.


Séptimo día con la garganta jodida; ahora ese malestar se ha multiplicado en todo mi cuerpo, concretamente desde el jueves al anochecer se ha acrecentado... pero hay un efecto placebo en él, curioso.

Y hoy parece que llueve, diluvia... creo que como los ascetas tocará colgar recuerdos, fotografías como la que había perdida en un libro de Tabucchi: tengo un tablón de corcho de metro y amenazo con ir enganchando en él palabras, frases, impresiones, sentimientos... verdades bonitas y no tan bonitas. Sí, eso haré, y cada día por la mañana a las 6.30, cuando me levante lo leeré y me hará más fuerte. Quedaría más mood si en la mesa de conglomerado de mi cuarto hubiera una cajeta de Chesterfield y un mechero plateado, pero no... fumar y hacer estas cosas que sólo se me ocurren a mi son inviables...

en los escombros están todas las cosas
con las que tú, con las que tú has soñado.

Repito, eso haré: el panel estará enfrente de mi cama y cada día lo observaré, me obligaré a poner un post-it o cuadrícula. Hoy, para empezar... he puesto el verbo querer... es el verbo más egoísta que conozco pero a la ve el que tiene el repunte más dulce. Querer... ¿vosotros no sentís escalofríos cuando queréis a alguien? ¿cuando, simple y llanamente estás a gusto con una persona?... ya lo dijo Joel X.Hansen no hace demasiado tiempo: conjugar el verbo querer me produce escalofríos.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Dragones


Todos los dragones desean morir defendiendo a una princesa.

Las princesas, no todas, se entretienen dibujando dragones en su infancia. Pocas saben que un dragón morirá noblemente ante un rudo -y muy guapo, por cierto- príncipe azul.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Domadores urbanos: Richard Rocca

El cielo cae a peso como si las nubes no lo filtraran o pudieran hacer de sustento. El aire enturbia la tarde preguntándome si no pasaré frío y si mis pupilas están más dilatadas de lo normal, mis mucosas más activas que nunca y mi sensibilidad se ha despertado por fin.

Afronto la tarde como una partida de ajedrez -del que he sido siempre un pésimo jugador- intentando amagar cada uno de mis movimientos: los pasos bien calculados y sin cojear, las miradas justas y seguras, y las palabras necesarias pero eficientes. De siempre me ha gustado leer las miradas, las encuentro tan entrañables, dicen tantas cosas... y las manos lo complementan en su movimiento. No exagero: esta tarde había ilusión en las manos y en las miradas, y pese al frío o el tomar una limonada con hielo en una terraza -¿limonada?, ¿yo?- no han sido condicionantes para que mueva alfiles, torres y peones de manera convincente y ágil, pese a que yo empezaba con las negras. Y jugar con las negras significa jugar a la defensiva.

Siempre he optado por las defensas abiertas, el despiste; colarme por recovecos y dominar los flancos desprotegidos -y ahora te preguntas por qué nadie te enseñó el pastor- atacando en forma de martillo. Cual piquero en Flandes o Lieja, ataco con presura, con disimulo... pero con escrúpulos, sabiendo que las grandes batallas tienen lugar en grandes escenarios, a campo abierto, de día...

He protegido a mi rey. Han caído todos mis peones desangrados entre las esquinas grises de la calle. Mis torres y alfiles tienen mermadas sus fuerzas;  después de horas de batalla qué les puedo exigir yo... siendo rey republicano de nada, lo mejor que puedo hacer es retirarme y esperar a mi oportunidad, porque todavía no he movido a mi reina.

Richard Rocca

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Jean-Marc Bustamante y el arte


 "Odio a los artistas que se comportan como Deux ex machina. Nunca he tenido la idea de narrar historias a través de mi sobras, ni he querido crear ilusiones o utopías, sino invadir el espacio de la mirada. No he querido crear otra realidad, sino más bien propiciar que se comparta una grandeza recobrada. Por decirlo de otro modo también, mi trabajo consiste en mantener alerta al espectador. De la idea de belleza, prefiero la robustez; de la inteligencia, la astucia; de la ironía, la frescura. Para un artista sus obras son su mejor enemigo."

Jean -Marc Bustamante
(Toulouse, 1952)
Obra:  Panorama suspension.

martes, 25 de septiembre de 2012

Conexión

Canción: Puedo dormir de un tirón más de una vida de Mikel Erentxun

En pocas canciones me he sentido tan identificado como en ésta. Juanma se compró este disco por allá del 98 -el año del mundial de Francia, batidos de yogur Dan'up y tardes de balonmano- en Itaca discos. De Mikel he aprendido a valorar la música y su mensaje y a saber llevar con estilo pantalones vaqueros y camiseta negra, sea ancha o ajustada

En pocos poemas me he visto tan identificado como en éste de Kirmen Uribe:

Cardiograma
- Descríbeme su corazón.
- Parece un lago helado
 en el que se va borrando
el rostro del niño que un día fue.

Me lo compré hace unos años, por allá del 2008, en Universitas -el año del capullo de Vicente N. como profesor, las primeras cervezas en el Jueves o las últimas hostias jugando a balonmano- en Badajoz. De Kirmen aprendí a fijarme un poco en todo y saber escribir un poema con la mirada.

Una vez leí: Fracasar es no ser feliz

sábado, 22 de septiembre de 2012

Limpiarse la conciencia

La poesía no es una arma cargada de futuro ya, ¿o no se ha sabido vender como tal?, es decir; no se ha conseguido transformarla, no se ha sabido evolucionar en los últimos treinta años. Hablar de que la poesía ha perdido el poder y la fuerza de la denuncia que podía tener hace un par o tres de décadas es topar ante uno de los fallos más grandes que ha tenido la literatura en castellano en los últimos tiempos. Gana lo rancio... a veces reo que da miedo que salga la luz la otra poesía, aquella que vive al margen del mercado, caprichos de editoriales y empeños de los que mandan en este -por desgracia- negocio.

Dentro de tanto bosque con hierbajos y tenemos a un grupo de poetas bastante numeroso que buscan el autobombo y las buenas palabras con iniciativas presuntamente solidarias. Es una manera muy lícita para hacerse un nombre en la poesía -o bien, codearse con una élite o casta establecida- pero rastrera, ruin y quizá un tanto miserable. Antologías, poemarios o demás actividades como esta es, por desgracia, un hábito de limpiarse la conciencia y vanagloriarse de uno mismo a costa de la desgracia de otro.

La solidaridad tiene siempre reservado por desgracia, un rédito a la persona que lo hace en público: reconocimiento, halagos, buenas palabras... nadie sabe que para ser solidario hay que ejercer como poeta del silencio y nunca como un trovador en busca de la limosna de los demás. Ser solidario en realidad, obliga a ser invisible. E invisibles no pueden ser aquellos que actúan como cantamañanas cada vez que mueven un hilo. Por ahí no paso.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Paisaje urbano


Ando jodido por la edad y hoy también un poco por la garganta. Hay un cielo que quiere romper pero se resiste todavía, como si todavía creyera que fuera temprano. Mientras se hace la comida a fuego lento pongo un disco de música. Es la primera vez en meses que utilizo el reproductor de música en mi habitación. 

Mientras suena Pablo Guerrero -no solo de rock e indie viven mis oídos- pienso un verso, o dos con los que reflexionar. Hoy rescato de nuevo a Miriam Reyes -llega el invierno, ¿todavía no?- para poner lo siguiente:

Las preposiciones no siempre se ajustan
deberían tener gomas en las esquinas como las sábanas bajeras
para aguantar en su sitio las convulsiones de un cuerpo.
Cuando dice que piensas en mí no piensas en mí
piensas acerca de mí pero desde lejos.

La vida pasa tranquilamente, pero las hojas en blanco se acumulan en mi mesa. No hay bolígrafo que las pueda escribir de momento. Menudo paisaje.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Lluvia repentina


Ya lo pensé hace meses cuando me enteré de la idea de Chema Cumbreño y poco a poco he ido reafirmando y armando mi impresión: lo que está haciendo con las Ediciones Liliputienses es de traca.  Seguramente, como en todo si viviera en Madrid -fuera todo parece más fácil- quizá se le habría reconocido la labor que hace como editor. O no; que en mi tierra, mal que me pese decirlo, hay mucho crítico de barra de bar y poeta con olor a laca. Siempre quedará el reconocimiento de revistas, blogs y amigos, algunos pequeños expertos que sabemos valorar el empeño y la ilusión que pone uno en sus proyectos, como en este.

Leo a Luis Chaves mientras hago el café cada mañana desde el lunes. El negro del café -me gusta solo, con azúcar- se mezcla con Asfalto. Menuda mezcla... menudo acierto: en pocos libros he visto la simplicidad y la concisión de escribir un mensaje, una trama, como lo queráis llamar...

 -  -  -  -  -

Él no pierde el tiempo en recuerdos. Ahora menos que nunca. Ahora que le incomoda hasta su modo de pestañear. Ahora que dejaron atrás la costa y empiezan el ascenso de montañas que de cerca dejan de ser azules. Ahora que las cenizas de su cigarro caen en las alfombrillas de hule cada vez que el automóvil acierta una irregularidad en el asfalto. Ahora que se cruzan las miradas en el retrovisor y que, inopinadamente, estalla una lluvia de granizos pesados, como si alguien hubiera roto el parabrisas del cielo.

Luis Chaves
Asfalto un road poem (2012)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Cuatro hojas del calendario

2
En el inicio de esta película, por allá de septiembre, no hay claquet ni león de la Metro que nos avise de que nos hemos de sentar.

Octubre es una road movie. Noviembre, más bien parece una película de serie B de los ochenta.

Diciembre parece una sombra oscura adueñándose de la calle, y en el barro los niños recrean vidas, sueños, ilusiones...

lunes, 17 de septiembre de 2012

Wittner y Chaves

Lunes soporífero pese a las pocas horas de clase. Hay algo de resaca y enrarezco el ambiente, pese a que la resaca -ligera, matizo- haga del calor algo más nauseabundo... se ahoga.

Entre apuntes y asignaturas, la definición de lenguaje de Sapir y dos libros recién llegados: Por qué insistimos con los viajes de Laura Wittner, y Asfalto un road poem de Luis Chaves. Qué gozo en un día de mierda, qué suerte la de tener amigos como José María que te ofrecen lo mejor de ellos. Infinito aprecio, amigo.

Sí, de viajar. Dos poemarios para hablar de viajar y dejarse de tonterías. Chaves he leído que bastante buena crítica, de Laura lo desconozco: ignoro su poesía y por ello me parece todavía más interesante. Tengo metralla para leer durante las fiestas acompañado de chartreuse amarillo y un cubito de hielo. Y sinceramente, salvo pocas cosa, lo demás sobra si duele.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Lucidez en el revistero

El otro día me hice mayor de repente. He dejado de ver la Rolling Stone con los ojos escépticos del que mira la  el entretenimiento con escepticismo para acogerlo con avidez. La compré el lunes en un kiosco y la acabo de terminar de leer -uno se toma su tiempo, y más cuando empieza el curso- y espero que llegue principios de octubre para poder conseguir el siguiente número...

Porque una revista en la que sale en portada Muse, hay entrevistas y monográficos sobre Green Day, The Killers, The Kooks... donde hablan de Breaking Bad, donde describen algunos bizarreros los logos míticos del rock y donde escribe Jesús Cintora -gran periodista; incontables las noches de domingo de invierno que me he ido a dormir escuchándole- no puede ser una inversión dudosa o que invite a la desconfianza.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Savinosa

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De repente las olas. Y en el descampado donde se apean los franceses van cayendo las hojas monótonamente.

Les fulles seques ballen un trist compàs.

Y queda poco ya: una postal de Yellow -de Coldplay- y una secuencia mojada del Giro de Lombardía entre...

El otoño es un pliego lleno de llanto (versionado de un verso de Antonio Gamoneda)

lunes, 10 de septiembre de 2012

Fugar



Canción: Moving to New Tork de The Wombats

Carver, pese a no haber conseguido terminar ningún libro suyo por la gran oferta que reside en mi estantería , me enseñó a escribir sin adornos y a saber fugarme de las sombras, aunque luego escriba sobre ellas.

No controlo la realidad del texto, es más; cuando puedo, la manipulo a mi antojo porque a veces la trama fluye sola y yo solo tengo que reconducir las taras y codas de los personajes. Tornear la historia a mi gusto, hasta que mi yo lector, vaya. Mucho y mucha cantamañanas con guitarra y voz. Ahora jugamos a ser la Nueva Alanis Morrisette de la música. O la Emily Dickinson de las letras. Cada cual peor. No sé si dan ganas de lanzarles una cajetilla de tabaco que ponga "sinónimo de tu obra" con una flecha que haga referencia a la imagen que sale en ella, o bien el silencio. Hemos perdido la seriedad a la hora de escribir, de interpretar, de transmitir. No se busca conmover con la trama propia, sino que ofreces la carne que te piden... 

La mierda y su valor. Me pregunto si hay gasolina -y dinero para pagarla- para quemarla.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Las encrucijadas

Probablemente he asistido a la última fiesta del verano; al menos, todo lo indicaba así: música pachanguera -a ratos-, dolores de espalda por culpa de pies rudos, cubatas más caros -¿culpa del IVA?- voces que no volverán...

Porque ya en Tàrrega, a unos veinte kilómetros de Guissona ya lo olía todo: la gran fiesta, el último cubata del verano en las manos. Esta semana la playa borra huellas de pies, recuerdos... decía Ferrer Lerín en su poema Tropa que "Hay que recalcar los puntos dudosos, los tiempos// de salida, el equipaje, el presupuesto y la alegría// con que se volverá, la alegría que tanto nos conviene"

Hablando de Tàrrega: el año que viene he de ir y gastar el último aliento del verano en el interior, porque la humedad es mala: no solo porque se me encrespa el cabello o se suda como un condenado... sino por mis principios, por el frío, buscar más allá de lo que muestra la simple vista en abanico de los ojos. Y claro, por el teatro, por la Fira de Teatre. Y digo por el frío porque quiero suponer de que por las noches allí debe refrescar algo.

Hoy último domingo de verano no escolar el noventa y cinco por ciento de la población estamos en una encrucijada: hemos de recordar el pasado del verano pero resistiéndonos a ello, aferrándonos a las últimas fiestas mayores -¡oh si, Santa Tecla!- o al famoso veranillo del membrillo a finales de mes... ¡aferrémonos, a sabiendas de que es solamente un delicioso y envenenado placebo!

viernes, 7 de septiembre de 2012

Es viernes

Leo a Fernando Ortiz. Se está haciendo la tarde larga porque el tiempo no entiende que tanta calma a mí no me viene bien. El cuadernito de Fernando, dedicado. Poemas con toque sureño, andaluz... para distraerse entre el tedio de la merienda y el movimiento de la noche.

Últimas luces de la tarde
Qué fue de aquellas luces de la tarde. 
Al apagarse incendiaban fieneles
el aroma de azahar en la penumbra,
cómplice del deseo y del ensueño.
Allí al silencio sólo interrumpía
el menudo caer de agua en la fuente.
¿Hubo naranjos?, ¿hubo primavera?
Los azules faroles de mercurio
comienzan sin piedad sus guiños fríos.

Indirectamente el poema me recuerda que pronto comenzará el madrugar y me atacarán las dudas sobre si todo lo que me ha ocurrido este verano ha pasado en realidad ha sido cierto.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Tarragona: capital del aburrimiento 2012

Tarragona está siendo este año la Capital de la cultura Catalana, una distinción que ha pillado por sorpresa a la ciudad. Medio año después de la inauguración, Tarragona no solo no está cumpliendo las expectativas, sino que está convirtiéndose en un fiasco. Pensaba que la ciudad no estaba tan muerta el el ámbito cultural como creía, pero veo que si. A continuación, expongo una serie de reflexiones y opciones interesantes -y económicas- que podrían haber sido completamente un acierto si el Ayuntamiento las hubiera planteado. 

Uno: creación de una feria del libro, donde librerías, cooperativas, instituciones, editoriales -apostemos por las independientes- y público tengan un espacio para compartir experiencias -no solo que sea un mercado-, es decir, que haya actuaciones, recitales, lecturas, espectáculos, conferencias... en Tarragona hay autores de sobra contrastados para tirar adelante un proyecto de estas características y también hay público. Hay que dar cancha a los que vienen por detrás y acercar la cultura y no estamparla en una plaza y que vengan a recogerla. La Rambla Nova sería un paisaje perfecto para este acontecimiento.

Dos: oferta dramática. Es triste decirlo, pero en el ochenta por ciento de los casos te tienes que ir a una capital de comarca para ver mejor y más teatro que el que hay en Tarragona. Menos mirar por el caché y más por la calidad... podrían aprender las instituciones de la Cooperativa Obrera y la Sala Trono.

Tres: espectáculos en la calle. Es cojonudo -hablando en plata- de que por la Tecla y Sant Magí nos llenen la calle de conciertos y demás, que promocionen la Palmera... ¿pero los conciertos de autor no se pueden explotar?  por lo que se ve esas placitas que hay en la Part Alta o por el Serrallo no pueden tener música, teatro, danza, magia. Este es un mal que tiene Tarragona desde hace años, que centraliza las fiestas en su núcleo y en parte se olvida de las barriadas. Malament. 

Y ciclos de cine, factoría joven -me río yo de la Tabacalera- conferencias, exposiciones... porque la mayoría de estas últimas vienen de manos de iniciativa privada. Si no se arriesga, si vemos a la Crespo con el discurso de la puñetera crisis... quizá haya que innovar un poco.

Ya lo dije a principios de año: Tarragona y su capitalidad cultural iban a ser un fiasco. Es cierto que hay una gran labor con el Concurs de Castells y la Mostra de Focs Artificals -donde han metido también la tijera-, pero a veces, la situación de la cultura en la ciudad da vergüenza ajena... y lo dice uno que viene de una ciudad donde digamos que la cultura en sí no se cuidaba para nada...

Digo lo mismo que con la sanidad y la educación: si seguimos viendo la cultura como un gasto y no como un servicio y un derecho, mal vamos. Si empezamos a cambiar desde ya el chip, quizá todavía estemos a tiempo de hacer algo. 

martes, 4 de septiembre de 2012

Lisboa por un pacense del 90


Paseo por Lisboa. Calor, humedad, mala leche. Pies hinchados y dolor de espalda. Cunetas llenas de pavé y con señores tomando la fresca a las doce de la mañana. 

Niños con camiseta del Benfica y de Cristiano Ronaldo. Sigue haciendo calor cerca del Castillo de San Jorge -buen sitio para pedir matrimonio, Chema- y en una pared lateral de una coqueta iglesia donde se produce una boda -¿han aprendido que las cosas pueden ser más caras al casarse?- veo la foto.

Después a bajar a pie -el tranvía amarillo que lo cojan los turistas- con la tía echando pestes de Lisboa, sus calles y su calor. No están acostumbrados, nunca más van a volver. Dudo.

Por un segundo decido quedarme en el banco, al lado de la boda. Así no hablaré de ella en pasado.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Las postales de Frank Báez

En el sinsentido de mis últimos días de vacaciones compagino mi jornada laboral en negro con la lectura de diversos libros. También de poesía y hoy toca hablar de ella: Frank Báez llegó a mi casa de la mano de José Mª Cumbreño -podéis ver su blog en los enlaces de la derecha- a finales de marzo pasado, y hasta ahora no he podido hincarle el diente. Después de ir por el ecuador de Postales (Ediciones Liliputienses) paro y me doy cuenta de que estoy ante una de las poesías más vistosas de toda Sudamérica. 

Esto es
Quise con estos brazos
retener la belleza 
como a una mujer.

Con estos dedos 
agité los mechones de su pelo
como si fueran monedas
de oro.

La quise desnuda en mis poemas.
Boca arriba

Poemas crudos, urbanos, de ciudad. Poemas europeizados también, alegorías al este y con el color amarillento del final de los ochenta. Reflexiones a la fauna que evoca sus pasos, su idea de país y su alrededor. Grande Frank. 

* * * * *
Y pasan los meses. Y no escribo poemas. Más que una sequía, un camino por el desierto, ¿quizá es hartazgo? 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Domadores urbanos: Joel X. Hansen

Entro en un fotomatón. Son las tres de la madrugada de un domingo de febrero. Hace invierno, cae ese calabobos que tiñe la niebla de un color cobrizo -ese color cobrizo que echo yo tanto de menos- cada domingo a mi vuelta a casa. En mi cabeza la última raya de coca. En mis piernas el frío. 

Introduzco una moneda de un euro y escribo en una libreta de bolsillo cuatro descripciones de chicas. Cuatro países diferentes asociados a cada sustantivo. Sonrío a la cámara cerrando los ojos a cada foto, voy pasando las hojas. Al acabar cojo las fotos y dejo en el taburete la libretita con las hojas arrancadas.

Camino y sigue cayendo el calabobos; sin duda voy a acabar con una pulmonía de cuidado. Estudio la mejor de las cuatro sonrisas mientras elijo el camino menos idóneo para ir a casa -oh, ¿la noche no fue creada entonces para perdernos?- y hablo solo con las fotos. Contradiciendo a la pregunta retórica enguionada, decido volver a casa. Abro la puerta de casa y me dirijo directo al comedor apenas encendiendo una luz, a tientas con mi instinto demacrado por la combinación del desfase. Con un clip uno cada foto a un billete de metro diferente y señalo la hora a las que las vi a cada una de ellas con una caligrafía perfecta. 

Mi vida es vivir en el metro y dibujar unos caligramas al día en el reverso de un billete con una foto carnet, donde viva el recuerdo de un enamoramiento repentino de diez minutos. He aquí la magia de ser vagabundo en esto del amor.

Joel X. Hansen

sábado, 1 de septiembre de 2012

Septiembre

Cada mañana voy a comprarme un cruasán de jamón y queso -el clásico, con miel, lo dejo para el invierno, cuando bajo en pijama a la fleca de la esquina- y veo de refilón al quiosquero de la plaza. Siempre llegadas a estas fechas se tira cerca de media hora colocando con mimo y agilidad un arsenal de cachivaches a la venta por fascículos. No conozco a nadie que no haya caído en la tentación de intentar completar alguna de esas colecciones.

Por otro lado, la papelería de en frente empieza a recibir cada vez a más padres y más niños en busca de gomas de borrar Milan, lápices de colores Alpino -o ceras Plastidecor en su defecto- aguzas y lápices de dibujo y escritura Staedler -bien los avispas, bien los azulones- y cinco o seis libretas de media por cabeza. También podemos sumar la compra de forro para libros, pegamento adhesivo en barra -Kores o iMedio- rotuladores Carioca, carpetas de Cristiano Ronaldo, Usain Bolt o cualquier otro ídolo y tippex para que los usuarios de ese material -no mayores de catorce años, a partir de esa edad con un boli Bic negro van que chutan-  experimenten el arte de gorronear exámenes a chorretones blancos.

Cada año tengo dos certezas: que todo es igual siempre y que ese olor a papelería poco a poco lo he ido perdiendo de mi pituitaria.

Volver a empezar una vez más...