miércoles, 31 de octubre de 2012

Le lyonnaiss


Leo una entrevista al cantautor y productor francés Benjamin Biolay, un nombre del que me arriesgo a decir que el noventa y cinco por ciento de los que os pasáis por aquí conocéis. A banda -toma catalanazo- de hablar su disco, me deja dos perlas para que se os ablande de una puñetera vez la mollera:

A ti las últimas revueltas en España te parecerán de risa.
Un poco si. Si en Francia no dejas a la gente actuar, acaba todo en un baño de sangre. No hacemos la revolución con flores como los portugueses. La policía impide a los madrileños protestar ¡y no pasa nada!. En París saldría la gente armada con bates de béisbol. Una vez vi en la plaza de los Terreaux cómo le cortaban el cuello a un tío. Y era celebrando una victoria de fútbol. Imagínate.

¿En serio echas de menos la violencia en las manifestaciones?
Estamos hablando de luchar por tus derechos, tu futuro, tus hijos y el lugar en el que vives. Es el único contexto en el que la violencia tiene algún sentido. En el resto de situaciones es animal y estúpida pero no veo otra solución para lo que está pasando en España y en Europa. Estoy seguro de que en unos meses la cosa se pondrá más fea y también llegará a Francia. Ojalá me equivoque y se arregle todo antes, sin necesidad de violencia.

Post-it: ¿ilusión?

martes, 30 de octubre de 2012

Mientras... aquí sigo.


Canción: Copenhague, de Vetusta Morla. Un descubrimiento de ayer por la noche que ha radiado toda la madrugada en mi habitación. He soñado, pensado y llorado esta canción: me gusta.

Ella duerme tras el vendabal
se quitó la ropa sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad

 -  -  -  -  -  -  -  -  -  -  -  -  -  

-Las gentes tienen estrellas que no son las mismas. Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido.

-¿Qué quieres decir?

-Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!

Antoine de Saint-Exupéry
(El Principito, Éditions Gallimard 1946)

Post-it: Rabia... y esperanza.

lunes, 29 de octubre de 2012

Escalofríos

UNO
"Entre los números primos hay algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues, aunque permanecen próximos, entre ellos se interpone siempre un número par."

Paolo Giordano
(La soledad de los números primos, Salamandra 2008)

(Me pregunto qué se llevan las hojas que hay en el suelo. Tal vez mis pasos, que los arrastra el viento hasta los chalets. Quizá mis tartamudeos, que solamente aparecen cuando nace algo muy grande en mi boca. Ya ha llegado el frío y lo llevo en el cuerpo desde las ocho y diez de ayer por la noche, increíble...)


DOS
"Me acuerdo de la memoria de los elefantes. Nunca, por mucho tiempo que haya pasado, olvidan una afrenta." 
Elías Moro
(Me acuerdo, De la luna libros, 1999)

(Sigo con frío y en parte, con miedo. No sé qué del escritorio provoca en mí este temor.  En la lengua tengo el gusto metálico que solamente aparece en las tormentas.)


OJOS DE BRUJO
(No hay nada que pueda coger con la mano, porque la arena se escurre fría de ella. No hay persona a la que acariciar. Solamente hay frío. Frío en mis botas, en mis calcetines, en mis dedos... un frío que me sube paso a paso en mi camino y que llega a quedarse en mis ojos que ayer se movían, se mojaban, tartamudeaban ante las miradas clandestinas que ese pronombre personal en tercera persona -del singular- me infligía.

Me he quedado quieto: me pongo la capucha. Miro hacia donde sus pasos se han ido, veo una sombra de fondo. Vaqueros y chaqueta ajustada, jersey verde como a Manfred le gustaba. Me duelen las manos, las cuerdas vocales, los ojos, los pies. Me duelen del frío. Lo peor de mi.)

domingo, 28 de octubre de 2012

Toni Cruanyes

Desde que vivo en Tarragona hay pocos periodistas que me transmitan tanta confianza, rigor y veracidad como Toni Cruanyes (Canet de Mar, 1974). Corresponsal de la Televisió de Catalunya en París, he seguido su blog La guillotina, donde nos cuenta -contaba, ya que lleva algunos meses sin actualizar- el día a día de la sociedad francesa que nos influye directa o indirectamente en nosotros para bien... o para mal.

No hace falta decir que su blog -si entendéis un poco de catalán- es de lectura obligada.

sábado, 27 de octubre de 2012

JDV


Sábado con Jesús Delgado Valhondo. Desayuno café solo y tortitas de maíz con miel, con el libro a escasos metros. JDV me intenta convencer de que huir puede ser una gran victoria, siempre que en la huida nos estén esperando... aunque me quedo con lo que dijo Luis Landero en su día: todavía es tarde para huir. De su poema Nueve, de su referencia a Bergamín, lo siguiente:

Luz detrás de la vida
dime: ¿de mí qué fue?
Nadie contesta. Todos
dudan. Y yo también.

"Mucha angustia existencia se curaría poniendo a cada hombre en su sitio, para que desde su sitio vea el mundo ni grande ni pequeño, sino suyo. Y no ande como huyendo"

Foto: Tarragona, mayo de 2012. Unos cuantos ciudadanos fuimos a dar la bievenida al conseller Boi Ruiz al Ajuntament de Tarragona. Genoveva Seydoux, fotógrafa, captó esta imagen en la que salgo de espaldas.

viernes, 26 de octubre de 2012

Boheme


La calle estaba inmersa en el silencio, se había levantado una fresca brisa que acariciaba las hojas de la morera. Buenas noches, dije, o mejor dicho: adiós. ¿A quién o a qué estaba diciéndole adiós? No lo sabía bien, pero era lo que me apetecía decir en voz alta. Recliné la cabeza hacia atrás y me puse a contemplar la luna.

Antonio Tabucchi
Réquiem (Anagrama, 1994)

jueves, 25 de octubre de 2012

Ventanal


De pronto surge el mar y te inunda la casa. El mar es una forma vedada del paisaje, una metáfora ciega que tu mirada engendra en las paredes pobres del cuarto. En medio de la noche reconoces entonces el grito negro de la espuma. Un viento enloquecido se agolpa en tu ventana y te devuelve la fascinante soledad del agua y el latrido de un pez que se eleva hasta el aire desde la cóncava extensión de una ola.

Ángel Campos Pámpano
La voz en espiral (Pre -textos, 1997)

Yo sigo enamorado de las playas de Inglaterra. Y eso que nunca he ido. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Grosz


Cuando uno acaba de ver la exposición del Caixa Forum de Tarragona sobre la obra de George Gosz tiene la sensacion de estar viendo en la calle algo semejante a lo que ha visto de su obra. A mi Grosz al salir camino a casa me ha despertado la conciencia: retratar y dibujar la convivencia y la miseria. Alabo su manera de lucha pacífica ante la situación en la que vivió: odio a la guerra, a la injusticia social, a la burguesía alemana beligerante de la época... 

Poco a poco, entre dibujo y cuadro uno se da cuenta de la desilusión del artista, siendo su profesión la vía de escape para mostrar sus convicciones pese a que fueran rotas y marchitas a lo largo de su vida.

lunes, 22 de octubre de 2012

Actores secundarios (I)

Calle de las tiendas oscuras

No soy nada. Sólo una silueta clara, aquella noche, en la terraza de un café. Estaba esperando a que dejara de llover, un chaparrón que empezó en el preciso momento en el que Hutte se iba. 

Patrick Modiano
- - - - -

Reivindico el papel protagonista de los actores secundarios. Un actor secundario siempre se pregunta si podría haber sido un gran protagonista en tal o cual película en la que participó: en la vida, es lo mismo. El 90% de la raza humana ha tenido alguna vez la sensación de ser un actor secundario: con su familia, con sus amistades, en el amor, en el trabajo... si nos fijamos detenidamente en los cuatro ambientes sociales mencionados, entendemos a priori que hay una relación entre ellos bastante fuerte, una necesidad de cubrir cada hueco para llenar el otro. 

El problema radica en cuando uno de ellos no es copado; quiero decir que no hay cubierta una necesidad. Entonces nuestro actor -que puede ser uno mismo- no progresa, se estanca en su papel y es difícil sacarlo de ahí. 

Por desgracia, hoy día tenemos una gran cantidad de actores secundarios en los cuatro ámbitos descritos, e incluso incrementando -¿hablaríamos de actores secundarios de serie B?, no tengo ni idea- por las circunstancias de la puñetera crisis. A primera vista no encontraremos solución a corto plazo... hasta que consigamos alinear de dos en dos cada área. La solución es potenciar la visión social de las personas y unir y redistribuir las carencias con los puntos fuertes de otros actores secundarios: quizá así sí consigamos salir, poco a poco, de esta situación y nos vayamos convirtiendo en protagonistas.

jueves, 18 de octubre de 2012

La buena gente

Mañana viernes me meto con Óscar Fuster a hacer una plaquette en formato zine de los cuentos que he ido publicando desde enero de este año en el blog. La intención es que aparezcan casi todos, sumando alguno inédito o borrador que tengo traspapelado por el escritorio.

El caralibro me ha dado la oportunidad de contactar con escritores, lectores y demás amigos de letras. Uno de los últimos el placentino Javier Pérez Walias cuya obra estoy descubriendo a ratos libres por las tardes entre café, apuntes y libros. 

Una entrada como la de ayer solo se podía remediar con otra más optimista, antagónica en el sentido de que  la buena gente sigue presente a nuestro alrededor. Estemos de enhorabuena.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Los camaleones

El sábado hablando en la Penya -quinto va, quinto viene- salieron los camaleones: aquellos que jugaron con el ladrillo, que ahora juegan con el pienso: su precio, su valor, su cantidad... y ahora parece que les da por jugar a dictar qué se ha de estudiar y por consiguiente, su precio; haciendo que la universidad en el estado español se entienda a vistas imparciales como una fábrica de hijos de puta en determinadas facultades.

Cuando hablo de camaleones me acuerdo de Wert, el ministro. Tertuliano correcto, pero dejando bien marcadas sus convicciones... nadie podía presagiar que fuera un energúmeno y un gilipollas de tal calibre. Me pongo a su altura: soy también un estudiante de extrema izquierda y mis padres unos irresponsables. También habría que preguntarse, y yo me lo pregunto, si el señor ministro entiende qué significa extrema izquierda y que uno a cierta edad, pese a las putaditas que le suelten, viniendo de donde viene ya está curado de espanto.

domingo, 7 de octubre de 2012

Push, push...

Cancion: The funeral, de Band of Horses

Magic

I'm coming up only to hold under
I'm coming up only to show you wrong

Anochece. La piña cuelga abierta y deja caer el rumor húmedo y ardiente de la relajación, no queda nada más que química y su perfume fluyendo en el piso cóncavo. Me miro en el espejo: soy un guerrero que va dejando su coraza en una pileta. Dejo las calzas por el suelo y entro en la cascada. Me froto con un jabón, arrastrando su piel lisa por la mía. Piel con piel como dos sexos en busca de placer o relajación. Lo rozo, lo arrastro limpiando de mí aquella realidad que no me pertenece -en realidad, todo me pertenece- y mientras me sumerjo por segunda vez en aquel mecanismo de caída de agua mis ojos rompen en cristal, en vidrio fundido rasgando como una cuchilla mis mejillas. Mientras, en mis hombros reposan las marcas de triunfos que no fueron. En mi cuello cicatrices de justas no vencidas y en mi cabeza el cansancio, la lucha de pie y firme contra los monstruos más grandes que nadie os haya podido comentar. Cojo una tela y me seco otra vez mirándome en el espejo. Alboroto mi pelo y veo una breve -como sus labios, como sus gestos, como la mirada de sorpresa después de la batalla perdida, con su sonrisa inalterable- herida en mi mandíbula. Escupo la sangre que me produce frotarla y miro a mis ojos, buscando en ellos la mirada que me robaron. El tiempo hace que me ponga alerta y tenga que recoger mis armaduras, mis armas. No sé si estoy preparado para acometer una nueva causa en ciernes. Soy un mercenario: un legionario, un soldado de fortuna, un brigadier, un capitán cobarde que cuenta las horas para volver a entrar en la guerra aunque el campo de batalla -siempre aleatorio- me recuerde que en este ajedrez soy solamente un peón más y que para hacer jaque se tendrían que conjugar todos los astros.

viernes, 5 de octubre de 2012

Carta desde Austerlitz


21 de Marzo de 2013, 23:48
Estación de París-Austerlitz

Dije que no volvería. No volvería a la estación de tren. No volvería sin billete, sea a Zurich, Berna,  Barcelona o a Tortosa. Me lo prometí, dije que no volvería a pisar la estación solo. Me juré que no escribiría en las servilletas de papel cebolla de la mesas, ni las utilizaría como plantilla para dejar bebida.

He salido fuera y el aire me ha ayudado a encenderme un cigarro. Prometí no volver a fumar. Me aseguré que nadie me viera cuando fuera allí pero una montonera saliendo de un tren naranja me ha absorbido otra vez de nuevo.

Pienso en olvidar. Pero siempre prefiero dar una calada al cigarrillo y salir dispuesto a conquistarte. Pese a que los días sean amargos. Pese a que el silencio sea una pared y pese a que llevo todas las mentiras a cuestas: son todas las que has leído más arriba. 

También pienso -más bien, dudo- en que sepas separar la realidad y ficción. 

jueves, 4 de octubre de 2012

The first and the last


Vidrio

"Si pudiera coger un simple momento con las manos..."
(Bruce Springsteen)

Tu me decías que el mar sería aquella bandeja de plata y zafiros en la que irías apilando todos nuestros recuerdos para que la sal los convirtiera con sus espumas en inalterables. Ahora, dos años después de pasar cual hoja de calendario aquel amor semanal miro a la playa, analizo semánticamente que significaba esa frase: lanzas al mar mis recuerdos cual despechada que lanza pianos por la ventana de un quinto; creyendo que así conseguirás olvidarme, y lo único que haces es que en botellas de vidrio rosa y pinot noir, en las playas de veinte kilómetros más abajo, donde veraneas te lleguen los recuerdos, que para ti serán chiquilladas de adolescente que buscaba en mí el primer tabaco y el último regalo, a sabiendas de que ahora no hay vidrio rosa con poema ni mar para nosotros, porque tú eres pasado en la botella y yo sigo siendo presente en la playa.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Hay esperanza


Jueves pasado cerca de las nueve y media de la noche volviendo a casa después de tomar una fanta -los nesteas y demás son para el verano- y diversas decenas de minutos de desenfadada conversación; en el paso de cebra a la derecha de donde dejo a la compañía me encuentro a dos chavales no mas allá de la mayoría de edad que hablan de Bolaño y de Carver

Viernes por la mañana, yendo a la búsqueda del regalo perfecto encuentro a una chica que tras la carpeta rosácea de la universidad lleva consigo un disco de Bob Dylan. Poco más arriba, en un banco, un joven regala a su novia un tulipán naranja con una tarjetita colocada hábilmente entre los pétalos de la flor. Luego, en el colegio de mi barrio, veo que los niños juegan con las peonzas picándose entre ellos para ver quien saca a quién donde rulan locas y alborotadas las repionas.

Son motivos para la esperanza. Y yo me aferro a ellos, como un clavo ardiendo.

martes, 2 de octubre de 2012

Antología aleatoria: tercera entrega

Mosquitoe
Sólo recuerdo lo que queda cuando te marchas. Amanece, apago las luces, levanto las persianas. Estoy desnudo. Me he tapado con las sábanas y así ando por la casa. Parezco un monje, un emperador caído, Tiberio, un druida, aunque en mí no haya ni rastro de magia. Los pájaros cantan escondidos entre las ramas y es como si los árboles estuvieran cantando. Atravieso el pasillo. Me fumo tantos cigarrillos que ahora soy todo el humo que sale por las chimeneas. Decido dormir. Me tumbo en la cama envuelto en las sábanas como una momia egipcia. Después de ti, uno sólo puede convertirse en momia. Apago la luz. Entonces escucho un zumbido de mosquito cerca de mi oído. Enciendo la luz. Mientras tanto tú estás volviendo a casa atravesando la ciudad y sus puentes. Veo cinco mosquitos apoyados en la pared. Los mato con la mano uno a uno. Quedan cinco manchas de sangre. Decido no limpiar las manchas. Cierro los ojos así, rodeado de sangre. Para recordar que, aunque los besos no fueran suficientes para unirnos, aunque el sexo no pudiera revelarse en comunión, nuestra sangre se mezcló en el estómago de los mosquitos. Para dejar constancia de que también estamos juntos sin saberlo en todo aquello que no somos nosotros. Así cierro los ojos mientras tú estás volviendo a casa. Amanece. Déjame antes de dormirme alfombrar con mi último suspiro tu paso que se aleja.

Autor: Víctor Balcells Matas

lunes, 1 de octubre de 2012

Octubre


3
Inventario de cosas que se pueden hacer un domingo de lluvia y nubes: beber cerveza en el sofá, apuñalar retratos de tus exnovias -aquellas que te dejaron por los que iban al gimnasio- leer a Chéjov o a Pushkin, aprenderte la letra de aquella canción de Noel Gallagher que sonaba en el pub anteayer, hacerle el amor a tu novia -si tienes y a ella le apetece- y luego dormirte mientras ella te mece el cabello, cambiar la arena del gato, escuchar grupos indies americanos, aburrirte en el sofá viendo la historia mood de los 60 en Inglaterra, probarte ropa que te compró tu madre hace tres años y que rinde en el armario dormida y sin percha, pensar en cómo decir que le gustas a una chica que conoces de vista sin parecer un pringao, volver a fumar Chesterfield, ponerte a dibujar con acuarela negra sobre un folio o quedarte mirando como un imbécil el techo sin hacer nada....

Inventario de cosas -reales- que se pueden hacer un domingo de lluvia y nubes: beber cerveza en el sofá.

Y contar las hojas muertas que piden asilo en el balcón.