miércoles, 20 de marzo de 2013

De cháchara con la madrugada


"Yo he preferido hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado"
(Silvio Rodríguez)

Cuando se agote mi voz de ensayar cada noche un monólogo perfecto entre la tragedia y el amor.
Cuando destroce mi garganta de reprimir mis sueños de madrugada.
Cuando pueda ver anochecer desde el reloj de sol utilizando la primera persona del plural.
Cuando entienda que el frío no es cuestión de la temperatura, sino de un estado de ánimo.
Cuando sepa que la mirada perfecta no depende de la miopía.
Cuando me levante por la mañana y lo primero que deje de hacer sea tocar la cal fría de la pared y tocar piel de otro cuerpo.
Cuando deje de jugar a Jack el destripador con las fotografías del periódico.
Cuando un domingo por la tarde no me estire en el sofá y escuche el deseo.

"El amor es un camino que de repente aparece, y de tanto caminarlo se te pierde"
(Víctor Jara)

Cuando todo ocurra, cuando todos mis deseos sean inevitables y el corazón me ronde sin que le tenga que dar cuerda. Cuando la mañana no se agrie por no haberme puesto azúcar en el café, cuando entiendas cómo soy; entonces, solamente entonces olvidaré las pequeñeces.


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