No soy muy dado a leer los clásicos. Aunque siempre aprendes de ello, he sido reacio a tenerlos en mi estantería pese a que tengo diversas antologías. Ayer por la tarde, después de estudiar intenté sumergirme un poco en el mundo de Juan Ramón Jiménez y su antolojía Conciencia sucesiva de lo hermoso (Junta de Andalucía, 2008), una rareza de sesenta y ocho poemas que hace dos veranos Estíbaliz me regaló en una agradable visita a Badajoz. Como constancia y recuerdo de la lectura, dejo el poema número treinta y cuatro:
34
Birkendene, Caldwell
20 de febrero.
20 de febrero.
Te deshojé, como una rosa,
para verte tu alma
y no la vi.
Mas todo en torno
-horizontes de tierras y de mares-,
todo, hasta el infinito,
se colmó de una esencia
inmensa y viva.
para verte tu alma
y no la vi.
Mas todo en torno
-horizontes de tierras y de mares-,
todo, hasta el infinito,
se colmó de una esencia
inmensa y viva.
Postdata: ultimando los detalles de dos recitales, perfilando un par de poemas en catalán... llevo un tiempo de sequía y creo que debería volver a la actividad...
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