lunes, 26 de marzo de 2012

El tiempo envejece deprisa


Ayer recién despertado de la siesta Ángela Campos una trágica noticia, la muerte del escritor italiano -con doble nacionalidad lusa- Antonio Tabucchi, genio, maestro y figura de enseñarme Portugal y su gente a partir de sus palabras.

Justamente el pasado viernes sucedió un hecho insólito en mi casa: mi madre me pidió un libro para leer de mi colección. Escogí tres; Nocilla Dream, de Fernández Mallo, El Tercer Reich, de Bolaño y Réquiem, de Tabucchi. Entre la terma, eligió el último. A la mañana siguiente mientras desayunábamos la pregunté sobre cómo iba su lectura, respondiéndome, como bien decía el autor, este libro solo era posible escribirlo en una ciudad como Lisboa y un país como es Portugal. Posteriormente la comenté que tenía la intención de buscar la película Sostiene Pereira, realizada a partir de la novela del mismo nombre. Ahí dejamos la cosa.

Ayer mientras ordenaba mis apuntes antes de ir a comer pensaba en abrir una nueva etiqueta en el blog, a título de Abecedario de Escritores. Automáticamente me vino a la cabeza esa imagen del cabezota de Montero Rossi proponiendo a Pereira necrológicas de grandes autores contemporáneos todavía no fallecidos. Podría aprovechar este desafortunado suceso y abrirla con él, pero sería muy oportunista...

Tabucchi me enseñó Portugal como nadie ántes lo había hecho. Siempre he visto al país vecino como un "algo" que estaba allí al oeste, sin valorarlo en su justa medida hasta que entré de lleno en su cultura y empecé a leer y saber de esas tierras de costa fría y arena arcillosa. Descanse en paz.

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