domingo, 11 de marzo de 2012

Strossburi


Hoy hace seis meses -casi- justos que estaba en Estrasburgo. Una ciudad que me sorprendió la primera vez que la visité y la segunda vez, el pasado verano, me enamoró. Y no fué un flechazo, tuve que volver para comprobarlo todo de nuevo: el tiovivo de la Plaza Guttemberg, la bota de los toneleros, la casa de Goethe...

Un tiovivo amplio
con la infancia trastocada
preside la plaza.

Los pocos niños que suben
se aferran a una felicidad
intensa y breve;
como su vida hasta el momento.

Debería volver a ella más a menudo. Enseñar la ciudad y saborear sus calles. Duele no tener Estrasburgo cerca, porque todo sería más fácil. El duelo latente de mi marcha fue suficiente para concebir la esperanza de que debo volver temprano.

Strossburi es como se conoce a Estrasburgo en alsaciano

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