Noches de teatro

Salgo de casa directo a la Sala Trono a recoger la entrada mientras empieza a chispear sobre Tarragona. Quince minutos después mi cartera pasa de estar poblado por un billete a parecer un sonajero andante -es lo que tiene que te den casi veinte euros en calderilla- a la vez que veo a Pablo y su familia dirigirse a la taquilla. Al tiempo, viene Mercé. Suerte de que me comentaron que reservara por la mañana la entrada, si no no estaría esta pequeña reseña en el blog...

Después de dar una vuelta con ellos entro en la sala y me acomodo en la última fila, en medio de ella, donde consigo tener una buena visión de todo el escenario y donde creo también que he tocado algo las narices al técnico de sonido. Cuando entran los tres actores, la risa ya es inminente. Actuando como generales que rinden cuenta al Club Bildelberg -club oficioso que forman las personas más influyentes y poderosas del mundo- sobre temas de actualidad: niños robados, demografía y población humana, países emergentes en Asia, la homosexualidad... todo con mucha ironía y algún punto de humor negro. Destaca la interacción con el público en algunos momentos, que hace que sea partícipe de algunas decisiones que seguramente dejan abierta la acción en algún momento de la obra y la capacidad de incluir en la obra sucesos y noticias de actualidad.

Hay que decir también que los actores Oriol Grau y Paloma Arza lo bordan. Grau es el que "tira" de la obra y el que sobresale de manera especial. Fermí Fernández hace un gran papel también pero -opinión personal- lo he visto menos suelto que los otros dos, un poco más flojo (aunque no sea ni mucho menos la palabra adecuada para el caso) aunque su papel lo realiza también con gran acierto.

En definitiva: una gran obra que aquí en Tarragona ha arrasado -el próximo domingo, dos nuevas sesiones, una prórroga más cuando ayer en teoría iban a ser las últimas- y que si se lleva a Barcelona, cosa que espero y deseo, seguramente dará de hablar. Por muchas noches de teatro más como la de ayer!.