lunes, 2 de abril de 2012

Abril


Abril llega acariciando de la mano a Marzo sin que apenas darnos cuenta. Solamente porque el sol pasea a menudo con fuerza y las nubes acarician los atardeceres dejando caer su lluvia -siempre bienvenida, en ocasiones desaprovechada- entre mejillas y chaquetas finas que poco a poco van asomando por las calles y envían al polillero los abrigos y bufandas.

A veces, solo a veces se despide la niebla sin decir nunca el día definitivo de su adiós. La incertidumbre de su vuelta nos transportará al largo estío y al ansiado otoño. 

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