domingo, 2 de diciembre de 2012

La vieja escuela

La vieja escuela me permitía helarme por las mañanas de invierno a un costado de la autopista. El recorrido era sencillo pero largo -a conciencia- para así disfrutar más de la jornada: Avenida de Huelva, Fernando Calzadilla, los Maristas, el cruce de la autovía, el refugio y por último Hernán Cortés, donde ya el frío y la niebla era insoportable...

Llevaba un bloc de notas azul donde iba apuntando reflexiones de las charlas de los poetas que allí asistían a leer sus poemas: Pere Gimferrer, Miriam Reyes, Francisco Ferrer Lerín, Carlos Pujol, Andrés Neuman, Teresa Rita Lopes...

De eso ya poco ha quedado porque aquí no hay nada de eso. En vez de entretenerme con buena literatura me entretengo con poesía y basura bloggera de gente como I o V, que de humildad y sinceridad posiblemente, en un caso particular, necesiten a toneladas. 

Me voy a ir acostumbrando a esta nueva escuela de la mediocridad de la cual, yo también formo parte -con orgullo y conciencia- aunque reinen las tonterías de algunas hipócritas. 


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